Narcoviveros: vendían a través de Internet un cactus alucinógeno y la flor de la que se obtiene la burundanga
Especialistas en delitos ambientales de la Policía Federal hicieron cinco allanamientos en establecimientos de Moreno y Merlo, donde secuestraron 300 ejemplares; en uno de los procedimientos se descubrió una planta de floripondio, que contiene escopolamina, un alcaloide altamente tóxico que se puede usar para anular la voluntad de las personas
El precio de venta variaba entre 2500 y 30.000 pesos. La amplitud del valor comercial dependía del tamaño del cactus San Pedro que comercializaba un vivero de Moreno que se definía como “líder del sector”. Se trata de una “planta prohibida” porque “en su estructura posee el alcaloide mescalina” cuyo consumo “induce a estados alterados de conciencia, percepción, pensamiento y sensibilidad, acompañados de alucinaciones auditivas o visuales de diferentes grados”.
Así se desprende de un dictamen del fiscal federal de Morón Sebastián Basso, en el que solicitó una serie de allanamientos en viveros de Moreno, Merlo, Morón y La Matanza donde se comercializaba el cactus San Pedro, además de plantas de Cannabis sativa y otras 720.000 especies protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), entre ellas, medio centenar de plantas de floripondio, cuyas flores, conocidas como trompeta de ángel, contienen escopolamina, la famosa burundanga, utilizada de forma criminal para anular la voluntad de las personas que la ingieren.
Los cactus San Pedro son especies que, en su estructura, tienen mescalina, un alcaloide psicoactivo que se encuentra incluido en la lista de sustancias estupefacientes prohibidas por ley.
“La mescalina es catalogada como un alucinógeno de origen vegetal que forma parte de un grupo heterogéneo de sustancias que inducen estados alterados de conciencia, percepción, pensamiento y sensibilidad, acompañados de alucinaciones auditivas o visuales de diferentes grados”, explicó el fiscal Basso en su dictamen
En las últimas horas, por orden del juez federal de Morón Jorge Rodríguez, detectives del Departamento Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina (PFA), al mando del comisario inspector Adrián Espósito, hicieron una serie de allanamiento donde secuestraron 215 cactus San Pedro y 30 plantas de Cannabis sativa. En los procedimientos también participó una Brigada de Control Ambiental del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.
En uno de los lugares allanados, los investigadores se encontraron con 50 ejemplares de floripondio, un arbusto perenne cuyos órganos superiores contiene escopolamina, o Burundanga, un alcaloide altamente tóxico.
Directamente en la web
La investigación había comenzado el 29 de septiembre pasado, cuando especialistas en Botánica de la PFA descubrieron, en una página de Internet de viveros, la oferta de especies protegidas por la Cites y la comercialización del echinopsis pachanoi, nombre científico del cactus San Pedro.
”Deviene necesaria la intervención de la Justicia con el fin de evitar que las drogas prohibidas por ley se conviertan en sustancias de fácil acceso para el ciudadano común y escapen de la órbita del control estatal. En efecto, la lucha contra el narcotráfico en sus distintas dimensiones necesariamente implica reafirmar la presencia del Estado como organismo regulador y fiscalizador del uso de las sustancias estupefacientes, toda vez que su uso indebido importa un elevado riesgo contra la salud pública”, sostuvo el fiscal Basso al fundamentar el pedido de los allanamientos.
Tras el inicio de la investigación, detectives de la PFA hicieron una recorrida por cinco viveros de la localidad de Francisco Álvarez (Moreno) y de Merlo, donde detectaron que había a la venta cactus San Pedro. Los precios variaban entre 2500 y 30.000, en función del tamaño de los ejemplares.
Fuente: LaNación